La zonificación, una herramienta para la agricultura moderna. El caso de la DOP Campo de Borja / Miguel Lorente

oye-closed - 29 Oct, 2018

Miguel Lorente
mlorenteb@yahoo.es

La zonificación, en un sentido amplio, es la división racional de un área geográfica en zonas homogéneas de acuerdo a ciertos criterios. En agronomía la zonificación se puede utilizar para adecuar los cultivos al espacio territorial, especialmente si se quiere aplicar una agricultura de precisión o, como en el caso del vino amparado en Denominación de Origen, cuando se aplica una producción vinculada al territorio basada en la interacción entre la vid y el medio. Este artículo explica la zonificación llevada a cabo en la DOP Campo de Borja.

Estar en Denominación de Origen implica obtener vinos cuyas características están engendradas por las interacciones que se producen entre el medio geográfico y la vid. El clima, la naturaleza de los suelos, la orientación y pendiente de los campos con su efecto en la radiación solar, escorrentía e infiltración del agua de lluvia, por ejemplo, son factores naturales que afectan al desarrollo de las plantas, a la composición de las uvas y, en definitiva, a las características de los vinos. Este fenómeno es conocido desde la antigüedad por procedimientos empíricos, haciendo que los vinos se designaran con el nombre de sus zonas de origen.

Producir vino con este criterio ha llevado a desarrollar un comercio basado en la originalidad del producto causada por el territorio donde se crían las uvas y, en la medida en que la demanda estimula la producción, el vino identificado con el nombre de su lugar de origen se convierte en motor de desarrollo territorial blindado contra la deslocalización productiva. La necesidad de regular el uso de las indicaciones geográficas en el comercio, llevó a establecer a principios del siglo XX la Denominación de Origen como fórmula jurídica de protección, arraigada en la idea de hacer inseparables la producción y el territorio de origen.

Los franceses tienen la palabra terroir para expresar el sentido de lo que en el contexto de la DO se define como “medio geográfico”. En los últimos años este término enológico se ha hecho universal asociado a vinos de alta calidad, pero lleva implícito conocer el medio y su potencial enológico mediante estudios de zonificación, con el fin de utilizarlo en la producción y comercialización del vino, porque en caso contrario estaríamos hablando de terroir o de DO “virtuales”. De aquí se deduce que Denominación de Origen, terroir y zonificación, forman una trilogía inseparable en la que cualquiera de estos términos depende de los otros.

Los terroir de Campo de Borja

La DOP Campo de Borja a través del Consejo Regulador promovió un trabajo de investigación destinado a obtener recursos técnicos y justificación ideológica, con el objetivo de mejorar el valor del vino. Esto se hizo a partir del conocimiento del medio geográfico y su efecto en la calidad de los vinos, con el fin de delimitar el espacio en unidades homogéneas, denominadas Unidades de Terroir (UT), fundamental en la aplicación de un modelo productivo razonado siguiendo el concepto terroir. Por tanto, la aplicación coherente y razonada de la DO implica la zonificación territorial, con el fin de determinar los terrenos de especial aptitud para el cultivo de la vid que deben constituir los límites de todos los niveles de las DOP.

Hasta la era digital estudiar el medio resultaba complejo, sin embargo con las nuevas tecnologías dela información geográfica mediante programas como ArcGis, GV.Sig, Q-Gis, etc. obtener la información, analizarla, gestionarla y hacer propuestas, resulta mucho más asequible y fácil de aplicar. En Campo de Borja fue necesario elaborar un mapa de suelos porque se carecía de él, pero el resto de información geográfica se obtuvo de diversas fuentes a través de la red, como la geología, litología, altimetría, pendiente, orientación, clima, etc. El resultado fue un mapa de unidades cartográficas de suelo definidas en función de las posibilidades de afectar a las características del vino. Todas las capas obtenidas se cruzaron con la de recintos del Sigpac y el Registro Vitícola para trasladar la información a las parcelas de vid.

Mapa de Unidades de Terroir dela DOP Campo de Borja

El siguiente paso fue conocer la respuesta enológica de las unidades cartográficas, para lo cual durante tres años se vinificaron uvas de 60 parcelas  mediante un método pionero basado en la elaboración de mistelas. Este método fue propuesto y llevado a cabo por Ernesto Franco, jefe de la unidad de enología de la DGA. Las mistelas se analizaron y cataron, y los resultados fueron sometidos a análisis estadístico, comprobándose que se formaban cuatro grupos de productos con sus características específicas. Esta información llevó a conocer la tendencia enológica de cada unidad cartográfica de la que se obtuvo la zonificación de la Denominación de Origen en unidades de terroir. Es decir, se conoce el tipo de vino que es capaz de producir cada una de las zonas y, por consiguiente, cada una de las viñas.

Cursos sobre Sistemas de Información geográfica impartidos en la sede del Consejo Regulador

Como es sabido que los nuevos conocimientos, por buenos que sean, no tienen ningún valor si no son asimilados por la cultura de quienes lo van a aplicar, el Consejo Regulador ha organizado numerosas reuniones con los agentes de la producción para darles a conocer los trabajos, así como cursos para los técnicos de las bodegas sobre la gestión de la información geográfica. En definitiva, con la zonificación la DOP Campo de Borja dispone de una herramienta propia de la gestión territorial necesaria en la producción de vino de calidad.

 

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